viernes, 27 de noviembre de 2009

La Chispa - Charles Bukowski

Siempre me agraviaron todos los años, las horas,
los minutos que les di como un esclavo del trabajo,
realmente herían mi cabeza, mi interior, eso me ponía
enfermo y un poco loco -yo no podía entender el
asesinato de mis años.
Sin embargo, mis compañeros de trabajo no mostraban
signos de agonía,
muchos de ellos incluso parecían satisfechos, y
verlos así me volvía casi tan loco como
el estúpido trabajo sin sentido.

Los obreros se sometían,
el trabajo los masacraba hasta la nulidad,
los vaciaba y los tiraba después.

Me agravió cada minuto, cada minuto era mutilado
y nada me liberaba de la monotonía.

Consideré el suicidio.
Me emborraché en mis pocas horas de descanso.

Yo trabajé durante décadas.

Viví con mujeres de la peor clase, aquello que el trabajo
fracasaba en liquidar, lo liquidaban ellas.

Sabía que me estaba durmiendo
algo en mí decía, adelante, morite, dormí , convertite en
uno de ellos, aceptalo.

Entonces otra cosa en mí me decía, no, salvá aunque sea el
pedacito más pequeño, no necesita ser mucho,
sólo una chispa puede incendiar
un bosque entero,
sólo una chispa,
salvala.

Creo que lo hice,
estoy feliz de haberlo hecho,
que cosa tan bella, afortunada
y puta.

lunes, 16 de noviembre de 2009

America

América te lo he dado todo y ahora no soy nada.
América dos dólares y veintisiete centavos 17 de enero
de 1956.
No puedo soportar mi propia mente.
América, ¿cuándo pondremos fin a la guerra de la humanidad? Vete a que te den por culo con tu bomba atómica.
No me siento bien no me molestes.
No pienso escribir mi poema hasta que me , sienta lúcido. América, ¿cuándo serás angélica?
¿Cuándo te quitarás las vestiduras?
¿Cuándo serás capaz de mirarte a través de la tumba?
¿Cuándo serás digna de tu millón de Trotskistas?
América, ¿por qué están tus bibliotecas llenas dé lágrimas? América, ¿cuándo enviarás tus huevos a la India?
Estoy asqueado de tus demenciales exigencias.
¿Cuándo puedo entrar en el supermercado y comprar lo que necesite
sólo por mi bonita cara?
América después de todo los que somos perfectos somos tú y yo no
el mundo próximo.
Tu maquinaria es demasiado para mí.
Me haces desear ser un santo.
Debe haber otra manera de zanjar esta discusión.
Burroughs está en Tánger no creo que regrese esto es algo
siniestro

¿Estás siendo siniestra o acaso forma esto parte de alguna clase de
broma pesada?
Estoy intentando ir al grano.
Me niego a abandonar mi obsesión,
América deja de presionarme yo sé lo que me hago.
América se están cayendo las flores de los ciruelos.
No he leído los periódicos desde hace meses, todos los días alguien
es sometido a juicio por asesinato.
América me siento sentimental acerca de los Wobblies.
América yo fui comunista cuando era un muchacho y no lo lamento. Fumo marihuana siempre que tengo ocasión.
Me quedo sentado en casa días enteros y me quedo mirando las rosas
del armario.
Cuando voy al Barrio Chino me emborracho y nunca me llevan a la
cama.
Estoy decidido va a haber jaleo.
Deberías haberme visto leyendo a Marx.
Mi psicoanalista opina que estoy perfectamente bien.
Me niego a recitar la Plegaria del Señor.
Tengo visiones místicas y vibraciones cósmicas.
América aún no te he contado lo que le hiciste al Tío Max una vez
que se vino de Rusia.

Me dirijo a ti.
¿Acaso piensas permitir que tu vida emocional se vea dirigida por la
revista Time?
Estoy obsesionado con la revista Time.
La leo todas las semanas.
Su cubierta me mira con fijeza cada vez que me escabullo por delante
de la confitería de la esquina.
La leo en el sótano de la Biblioteca Pública de Berkeley. Siempre me habla de responsabilidades. Los hombres de negocios son

serios. Los productores de películas son serios. Todo el
mundo es serio menos yo.
Se me ocurre que Yo soy América.
Ya estoy hablando solo otra vez.
Asia se está alzando contra mí.
Tengo menos posibilidades que un chino.
Mejor será que considere mis recursos nacionales.
Mis recursos nacionales consisten en dos canutos de marihuana
millones de genitales una literatura privada impublicable
que va a 1.400 millas por hora y veinticinco mil
instituciones mentales.
No menciono siquiera mis prisiones ni a los millones de desheredados
que viven en mis tiestos bajo la luz de quinientos
soles.
He abolido las casas de putas de Francia, Tánger será el siguiente en
caer.
Mi ambición consiste en ser presidente a pesar del hecho de que soy
católico.
América ¿cómo puedo escribir una sagrada letanía con tu estúpido
estado de ánimo?
Continuaré como Henry Ford mis estrofas son tan individuales como
sus automóviles más aún son todas de diferentes sexos. América te venderé estrofas a 2.500 dólares la pieza te daré 500 por
tu vieja estrofa.
América libera a Tom Money
América salva a los Republicanos Españoles
América Sacco & Vanzetti no deben morir
América yo soy los muchachos de Scottsboro.
América cuando contaba yo siete años mamá me llevó a reuniones de
una Célula Comunista en que vendían garbanzos a razón

de un puñado por cada entrada cada entrada cuesta un níquel y los discursos eran gratis todo el mundo se sentía angélico y sentimental acerca de los trabajadores era todo tan sincero que no tienes idea de qué gran cosa era el Partido en 1835 Scott Nearing era un magnífico anciano un verdadero mensch Madre Bloor me hizo llorar vi una vez a Israel Amter con mis propios ojos. Todo el mundo debía ser un espía.
América en realidad no deseas ir a la guerra.
América son esos malvados Rusos.
Esos Rusos esos Rusos y esos Chinos. Y esos Rusos.
La Rusia quiere comernos vivos. La Rusia está enloquecida por el poder. Quiere arrebatarnos los automóviles de los garajes.
Ella desear echar mano a Chicago. Ella necesitar un Reader's Digest Rojo. Ella querer nuestras fábricas de automóviles en Siberia. El gran burocracia encargado de nuestras gasolineras.
Eso no bueno. Ugh. El hacer indios aprender a leer. El necesitar grandes negracos negros. Hah. Ella hacernos trabajar a todos dieciséis horas al día, Socorro.
América esto es perfectamente serio.
América ésta es la impresión que obtengo mirando el aparato de televisión.
América, ¿estoy en lo cierto?
Más vale que me ponga a trabajar inmediatamente.
Es cierto que no deseo unirme al ejército o hacer de tornero en
fábricas de piezas de precisión, en cualquier caso soy
miope y psicópata.
América estoy arrimando mi peculiar hombro.

Allen Ginsberg

domingo, 8 de noviembre de 2009

aire y luz y tiempo y espacio



'sabes, yo tenía una familia, un trabajo, algo
siempre estaba
en el medio
pero ahora
he vendido mi casa, he encontrado este
lugar, un estudio amplio, deberías ver el espacio y
la luz
por primera vez en mi vida voy a tener el lugar
y el tiempo
para
crear


no, nene, si vas a crear
vas a crear trabajando
16 horas al día en una mina de carbón
o
vas a crear en una habitación con tres chicos
mientras estás
desocupado,
vas a crear aunque te falte parte de tu mente y de
tu cuerpo.
vas a crear ciego
mutilado
loco.
vas a crear con un gato trepando por tu
espalda mientras
la ciudad entera tiembla, con terremotos, bombardeos,
inundaciones y fuego.
nene, aire y luz y tiempo y espacio
no tienen nada que ver con esto
y no crean nada
excepto quizá una vida más larga para encontrar
nuevas excusas

Charles Bukowski.

domingo, 25 de octubre de 2009

El Ruiseñor y la Rosa

-Dijo que bailaría conmigo si le llevaba una rosa roja -se lamentaba el joven estudiante-, pero no hay una solo rosa roja en todo mi jardín.
Desde su nido de la encina, oyóle el ruiseñor. Miró por entre las hojas asombrado.

-¡No hay ni una rosa roja en todo mi jardín! -gritaba el estudiante.

Y sus bellos ojos se llenaron de llanto.

-¡Ah, de qué cosa más insignificante depende la felicidad! He leído cuanto han escrito los sabios; poseo todos los secretos de la filosofía y encuentro mi vida destrozada por carecer de una rosa roja.

-He aquí, por fin, el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Le he cantado todas las noches, aún sin conocerlo; todas las noches les cuento su historia a las estrellas, y ahora lo veo. Su cabellera es oscura como la flor del jacinto y sus labios rojos como la rosa que desea; pero la pasión lo ha puesto pálido como el marfil y el dolor ha sellado su frente.

-El príncipe da un baile mañana por la noche -murmuraba el joven estudiante-, y mi amada asistirá a la fiesta. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja, la tendré en mis brazos, reclinará su cabeza sobre mi hombro y su mano estrechará la mía. Pero no hay rosas rojas en mi jardín. Por lo tanto, tendré que estar solo y no me hará ningún caso. No se fijará en mí para nada y se destrozará mi corazón.

-He aquí el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Sufre todo lo que yo canto: todo lo que es alegría para mí es pena para él. Realmente el amor es algo maravilloso: es más bello que las esmeraldas y más raro que los finos ópalos. Perlas y rubíes no pueden pagarlo porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor ni ponerlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro.

-Los músicos estarán en su estrado -decía el joven estudiante-. Tocarán sus instrumentos de cuerda y mi adorada bailará a los sones del arpa y del violín. Bailará tan vaporosamente que su pie no tocará el suelo, y los cortesanos con sus alegres atavíos la rodearán solícitos; pero conmigo no bailará, porque no tengo rosas rojas que darle.

Y dejándose caer en el césped, se cubría la cara con las manos y lloraba.

-¿Por qué llora? -preguntó la lagartija verde, correteando cerca de él, con la cola levantada.

-Si, ¿por qué? -decía una mariposa que revoloteaba persiguiendo un rayo de sol.

-Eso digo yo, ¿por qué? -murmuró una margarita a su vecina, con una vocecilla tenue.

-Llora por una rosa roja.

-¿Por una rosa roja? ¡Qué tontería!

Y la lagartija, que era algo cínica, se echo a reír con todas sus ganas.

Pero el ruiseñor, que comprendía el secreto de la pena del estudiante, permaneció silencioso en la encina, reflexionando sobre el misterio del amor.

De pronto desplegó sus alas oscuras y emprendió el vuelo.

Pasó por el bosque como una sombra, y como una sombra atravesó el jardín.

En el centro del prado se levantaba un hermoso rosal, y al verle, voló hacia él y se posó sobre una ramita.

-Dame una rosa roja -le gritó -, y te cantaré mis canciones más dulces.

Pero el rosal meneó la cabeza.

-Mis rosas son blancas -contestó-, blancas como la espuma del mar, más blancas que la nieve de la montaña. Ve en busca del hermano mío que crece alrededor del viejo reloj de sol y quizá el te dé lo que quieres.

Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía entorno del viejo reloj de sol.

-Dame una rosa roja -le gritó -, y te cantaré mis canciones más dulces.

Pero el rosal meneó la cabeza.

-Mis rosas son amarillas -respondió-, tan amarillas como los cabellos de las sirenas que se sientan sobre un tronco de árbol, más amarillas que el narciso que florece en los prados antes de que llegue el segador con la hoz. Ve en busca de mi hermano, el que crece debajo de la ventana del estudiante, y quizá el te dé lo que quieres.

Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía debajo de la ventana del estudiante.

-Dame una rosa roja -le gritó-, y te cantaré mis canciones más dulces.

Pero el arbusto meneó la cabeza.

-Mis rosas son rojas -respondió-, tan rojas como las patas de las palomas, más rojas que los grandes abanicos de coral que el océano mece en sus abismos; pero el invierno ha helado mis venas, la escarcha ha marchitado mis botones, el huracán ha partido mis ramas, y no tendré más rosas este año.

-No necesito más que una rosa roja -gritó el ruiseñor-, una sola rosa roja. ¿No hay ningún medio para que yo la consiga?

-Hay un medio -respondió el rosal-, pero es tan terrible que no me atrevo a decírtelo.

-Dímelo -contestó el ruiseñor-. No soy miedoso.

-Si necesitas una rosa roja -dijo el rosal -, tienes que hacerla con notas de música al claro de luna y teñirla con sangre de tu propio corazón. Cantarás para mí con el pecho apoyado en mis espinas. Cantarás para mí durante toda la noche y las espinas te atravesarán el corazón: la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.

-La muerte es un buen precio por una rosa roja -replicó el ruiseñor-, y todo el mundo ama la vida. Es grato posarse en el bosque verdeante y mirar al sol en su carro de oro y a la luna en su carro de perlas. Suave es el aroma de los nobles espinos. Dulces son las campanillas que se esconden en el valle y los brezos que cubren la colina. Sin embargo, el amor es mejor que la vida. ¿Y qué es el corazón de un pájaro comparado con el de un hombre?

Entonces desplegó sus alas obscuras y emprendió el vuelo. Pasó por el jardín como una sombra y como una sombra cruzó el bosque.

El joven estudiante permanecía tendido sobre el césped allí donde el ruiseñor lo dejó y las lágrimas no se habían secado aún en sus bellos ojos.

-Sé feliz -le gritó el ruiseñor-, sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio corazón. Lo único que te pido, en cambio, es que seas un verdadero enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta sea sabia; más fuerte que el poder, por fuerte que éste lo sea. Sus alas son color de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su hálito es como el incienso.

El estudiante levantó los ojos del césped y prestó atención; pero no pudo comprender lo que le decía el ruiseñor, pues sólo sabía las cosas que están escritas en los libros.

Pero la encina lo comprendió y se puso triste, porque amaba mucho al ruiseñor que había construido su nido en sus ramas.

-Cántame la última canción -murmuró-. ¡Me quedaré tan triste cuando te vayas!

Entonces el ruiseñor cantó para la encina, y su voz era como el agua que ríe en una fuente argentina.

Al terminar la canción, el estudiante se levantó, sacando al mismo tiempo su cuaderno de notas y su lápiz.

"El ruiseñor -se decía paseándose por la alameda-, el ruiseñor posee una belleza innegable, ¿pero siente? Me temo que no. Después de todo, es como muchos artistas: puro estilo, exento de sinceridad. No se sacrifica por los demás. No piensa más que en la música y en el arte; como todo el mundo sabe, es egoísta. Ciertamente, no puede negarse que su garganta tiene notas bellísimas. ¿Que lástima que todo eso no tenga sentido alguno, que no persiga ningún fin práctico!"

Y volviendo a su habitación, se acostó sobre su jergoncillo y se puso a pensar en su adorada.

Al poco rato se quedo dormido.

Y cuando la luna brillaba en los cielos, el ruiseñor voló al rosal y colocó su pecho contra las espinas.

Y toda la noche cantó con el pecho apoyado sobre las espinas, y la fría luna de cristal se detuvo y estuvo escuchando toda la noche.

Cantó durante toda la noche, y las espinas penetraron cada vez más en su pecho, y la sangre de su vida fluía de su pecho.

Al principio cantó el nacimiento del amor en el corazón de un joven y de una muchacha, y sobre la rama más alta del rosal floreció una rosa maravillosa, pétalo tras pétalo, canción tras canción.

Primero era pálida como la bruma que flota sobre el río, pálida como los pies de la mañana y argentada como las alas de la aurora.

La rosa que florecía sobre la rama más alta del rosal parecía la sombra de una rosa en un espejo de plata, la sombra de la rosa en un lago.

Pero el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.

-Apriétate más, ruiseñorcito -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada.

Entonces el ruiseñor se apretó más contra las espinas y su canto fluyó más sonoro, porque cantaba el nacimiento de la pasión en el alma de un hombre y de una virgen.

Y un delicado rubor apareció sobre los pétalos de la rosa, lo mismo que enrojece la cara de un enamorado que besa los labios de su prometida.

Pero las espinas no habían llegado aún al corazón del ruiseñor; por eso el corazón de la rosa seguía blanco: porque sólo la sangre de un ruiseñor puede colorear el corazón de una rosa.

Y el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.

-Apriétate más, ruiseñorcito -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada.

Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor.

Cuanto más acerbo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimado por la muerte, el amor que no termina en la tumba.

Y la rosa maravillosa enrojeció como las rosas de Bengala. Purpúreo era el color de los pétalos y purpúreo como un rubí era su corazón.

Pero la voz del ruiseñor desfalleció. Sus breves alas empezaron a batir y una nube se extendió sobre sus ojos.

Su canto se fue debilitando cada vez más. Sintió que algo se le ahogaba en la garganta.

Entonces su canto tuvo un último destello. La blanca luna le oyó y olvidándose de la aurora se detuvo en el cielo.

La rosa roja le oyó; tembló toda ella de arrobamiento y abrió sus pétalos al aire frío del alba.

El eco le condujo hacia su caverna purpúrea de las colinas, despertando de sus sueños a los rebaños dormidos.

El canto flotó entre los cañaverales del río, que llevaron su mensaje al mar.

-Mira, mira -gritó el rosal-, ya está terminada la rosa.

Pero el ruiseñor no respondió; yacía muerto sobre las altas hierbas, con el corazón traspasado de espinas.

A medio día el estudiante abrió su ventana y miró hacia afuera.

-¡Qué extraña buena suerte! -exclamó-. ¡He aquí una rosa roja! No he visto rosa semejante en toda vida. Es tan bella que estoy seguro de que debe tener en latín un nombre muy enrevesado.

E inclinándose, la cogió.

Inmediatamente se puso el sombrero y corrió a casa del profesor, llevando en su mano la rosa.

La hija del profesor estaba sentada a la puerta. Devanaba seda azul sobre un carrete, con un perrito echado a sus pies.

-Dijiste que bailarías conmigo si te traía una rosa roja -le dijo el estudiante-. He aquí la rosa más roja del mundo. Esta noche la prenderás cerca de tu corazón, y cuando bailemos juntos, ella te dirá cuanto te quiero.

Pero la joven frunció las cejas.

-Temo que esta rosa no armonice bien con mi vestido -respondió-. Además, el sobrino del chambelán me ha enviado varias joyas de verdad, y ya se sabe que las joyas cuestan más que las flores.

-¡Oh, qué ingrata eres! -dijo el estudiante lleno de cólera.

Y tiró la rosa al arroyo.

Un pesado carro la aplastó.

-¡Ingrato! -dijo la joven-. Te diré que te portas como un grosero; y después de todo, ¿qué eres? Un simple estudiante. ¡Bah! No creo que puedas tener nunca hebillas de plata en los zapatos como las del sobrino del chambelán.

Y levantándose de su silla, se metió en su casa.

"¡Qué tontería es el amor! -se decía el estudiante a su regreso-. No es ni la mitad de útil que la lógica, porque no puede probar nada; habla siempre de cosas que no sucederán y hace creer a la gente cosas que no son ciertas. Realmente, no es nada práctico, y como en nuestra época todo estriba en ser práctico, voy a volver a la filosofía y al estudio de la metafísica."

Y dicho esto, el estudiante, una vez en su habitación, abrió un gran libro polvoriento y se puso a leer.




Oscar Wilde

martes, 13 de octubre de 2009

La flor que no tenía polen.


Aun hoy me sigo preguntando…
Vos no entendes
Vos no entendes
Cayeron las hojas
Y soporte el invierno.
Y mira, a vos, justo a vos,
Te cautivaron
Cuando iba a florecer,
Íbamos a florecer.
No, no me digas.
Pequeño picaflor
No, no me digas nada.
Estoy aquí en una
Maceta móvil del infortunio.
Y aun hoy, aun hoy
Me pregunto
¿Qué es mi existencia?
Ayer, hoy, mañana.
Yo comprendo
Yo comprendo
Yo siempre comprendí.
Te vas, pero no volando.
Y no se mas nada.
Y no se mas nada de vos.
Y no se mas nada de nada.
Pero
Hoy no me quedo con Agua estancada.
Hoy nacen mis pétalos igual.



La autora. (van)

miércoles, 12 de agosto de 2009

Patti Smith


"No considero que escribir sea un acto silencioso, introspectivo. Es un acto físico. Cuando estoy en casa, con mi máquina de escribir, me vuelvo loca. Camino como un mono. Me humedezco. Tengo orgasmos. En vez de inyectarme heroína, me masturbo catorce veces seguidas. Tengo visiones. Naves descendiendo sobre las pirámides aztecas. Templos. Así es como escribo mi poesía"

jueves, 18 de junio de 2009

Los más raros.

No es frecuente verlos
porque donde hay multitud
ellos no están.

Esos tipos raros no son
muchos, pero de ellos
provienen los pocos
cuadros buenos
las pocas buenas sinfonías
los pocos buenos libros
y otras obras.

Y de los mejores de los
extraños quizás nada.

Ellos son sus propias
pinturas sus propios libros
su propia música
su propia obra.

A veces me parece verlos
por ejemplo cierto viejo
sentado en cierto banco
de una cierta manera
o
un rostro fugaz en un automóvil
que pasa en dirección contraria
o
hay un cierto movimiento en las manos

de un chico o una chica que empaqueta
las cosas en el supermercado.

A veces incluso es alguien
con quien estuviste viviendo
algún tiempo, te vas a dar cuenta
de una mirada rápida y luminosa
que nunca le habías visto antes.

A veces sólo notarás
su existencia repentinamente
en un vívido recuerdo.

Algunos meses
algunos años
después de que se hayan ido.

Recuerdo
a uno:

Tenía unos 20 años
iba borracho a las 10 de la mañana
se miraba en un espejo resquebrajado
de Nueva Orleans,
un rostro soñador contra los
muros del mundo

¿Qué ha sido de mí?


(Charles Bukowski)

viernes, 5 de junio de 2009

Como NO conquistar a una escritora

Lo primero que debes hacer
Es regalarle flores,
Rosas, en lo posible,
Recuerda que es lo más importante.

Luego debes decirle lo hermosa que es
Lo hermoso que le queda ese vestido,
Los labios pintados, los aros,
Todo.
Debes halagarla al máximo
Olvidándote de ti, claro.
Tú al lado de ella
Eres un pobre diablo
Muéstrate así, un Don nadie

Después llámala, seguido
Envíale poemas o frases
Tales como: “Mi vida lejos de ti es un asco”
Se muy detallista.
Y no cometas nada
Que tenga alguna connotación sexual.

Pero sobre todo no olvides las flores
No olvides las flores.


-la autora-

lunes, 18 de mayo de 2009

Tan Enamorada


Eran las dos de la tarde y ella estaba sin hacer nada, yacía acostada en la cama pensando en él, siempre estaba pensando en él, él era como una enfermedad para ella, cuando no estaba con ella, claro.
Se imaginaba que tocaba la puerta. ((Hola querida ¿Como estas?)) ((¿Ya llegaste? ¡Que sorpresa!))
La despierta el timbre del teléfono.
Ella atiende.

_Hola -dice ella-
_Hola Laura, -era su amiga Paz- Escuchame ¿Vamos a el bulevar nuevo de Fasola y Vignes? –Paz hablaba sin respirar- Y después también podemos ir a la plazoleta nueva que esta en frente de la estación, dicen que pusieron una fuente y hay peces en ella, quisiera alimentarlos.
_Me encantaría pero no puedo, esta tarde voy a hacer estofado. A la noche vendrá Julián.
_Ah ¿Te ha llamado?
_No, pero estoy segura que esta noche viene de improvisto y no quiero estar cansada para cuando llegue, quiero tener todo listo.
Uy que curioso – pensó Laura- me salió un versito.
_Pero ¿Por qué no lo llamas para preguntarle si va a ir?
_Estoy segura que vendrá, además a el no le gusta que lo llamen, quizá esta en una reunión importante y se enfadaría si lo molesto con una tontería como esa.
_Ay Laura, el no va a ir hoy, lo mismo te ha sucedido toda la semana.
_Si, pero hoy se que va a venir, tengo ese presentimiento.
_Ayer tenías el mismo presentimiento.
_Ayer estaba nublado, tendría que haberme dado cuenta que no iba a venir con el día así.
_Bueno, como quieras, solo te digo que hoy es un día hermoso y si seguís así, se te va pasar la vida.
_Él es mi vida.
_Si, ¿Encerrada todos los días esperándolo? ¿Eso es vida?
_Mira, yo se que hoy va a venir.
_Esta bien, no hay peor ciego del que no quiere ver.
Paz corta el teléfono. Laura hace un gesto de indiferencia.
((Ella es así porque no tiene nadie quien la ame)) Dice Laura.

Ya eran las diez de la noche y Julián no había ido a ver a Laura.
Laura lo había estado esperando con certeza, estaba tan segura que iría a su casa que cuando abrió lo ojos por la mañana pudo visualizar como él llegaba por la tarde.
Después de la desilusión empezaba la comedia de todas las noches.
Ella larga un alarido. Y se tira al suelo, haciendo un berrinche de niña chiquita.
((¿Por qué no viniste? ¡Maldita sea!)) -Grita Laura.
Llora con un pesar agónico. Se levanta y de un manotazo tira la olla de estofado por toda la casa, luego agarra la botella de vino tinto, la descorcha y la bebe desmesuradamente, sin respiro. Luego se arrodilla, se sostiene el cuello como si le faltara el aire. Suda y tiene taquicardia. Se desmaya, a los dos minutos se despierta y vomita. Definitivamente él era una enfermedad, claro cuando no estaba.

El Matrimonio Wallas, los vecinos cincuentones de la casa de junto, que siempre eran testigo de esta patética escena, murmuraban entre sí.
_ ¿Ya tiro la comida esa loca? –Pregunto el señor Wallas-
_ ¡Oh! me da tanta pena –dijo afligidamente la señora Wallas-
_Esta loca, vive casi todo el día encerrada, y luego empieza a tirar todo y a gritar.
_Es una pobre chica.
_Marta, esta loca.

Luego Laura se levanta. Se tranquiliza, va por un poco de azúcar, se lo pone debajo de la lengua. Limpia el suelo y luego toma un baño. La tormenta ya había pasado. Mañana era un nuevo día. Solo que ella tenia un presentimiento de que no iba a suceder lo mismo. Mañana prepararía pescado.


-La autora-

miércoles, 13 de mayo de 2009

Diagnostico: Escoliosis

Saber la verdad
Es un bien
Que pesa bastante
Y que hay que saber llevar…

Ella lo tenía todo
Una sonrisa perfecta
Un cuerpo hermoso
Y por supuesto, al hombre que yo amaba.
Y claro, yo también lo tenía
Solo que debía cargar con él
Y yo pesaba 50 kilos
Y el 80.

Los hombros se retorcían.



-La autora-

jueves, 26 de febrero de 2009

El Gato de Cheshire




"¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?", preguntó Alicia.
"Eso depende de a dónde quieras llegar", contestó el Gato.
"A mí no me importa demasiado a dónde..." empezó a explicar Alicia.
"En ese caso, da igual hacia a dónde vayas", interrumpió el Gato.
"... siempre que llegue a alguna parte", terminó Alicia a modo de explicación.
"¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte", dijo el Gato, "si caminas lo bastante".

lunes, 16 de febrero de 2009

Un Truco Para Atenuar Nuestra Herida

prácticamente hablando
las grandes palabras de los grandes hombres
no son tan grandes.

ni las grandes naciones ni las grandes bellezas
dejan nada más que restos
de fama que lentamente
serán reducidos a polvo.

ni las grandes guerras parecen tan grandes,
ni los grandes poemas
ni las leyendas primigenias.

incluso las muertes tristes
no son ahora tan tristes,
y el fracaso no fue nada mas
que un truco
para que pudieramos ir tirando.

y la fama y el amor
nada más que un truco para atenuar nuestra herida.

y así como el fuego se hace ceniza y el acero
moho, así nos hacemos
sabios
y después
no tan sabios.

y nos sentamos en sillas
leyendo viejos mapas,
guerras acabadas, amores acabados, vidas acabadas.

y un niño juega ante nosotros como un mono
y damos unos golpecitos con la pipa y bostezamos,
cerramos los ojos y dormimos.

las palabras bonitas
como las mujeres bonitas
se arrugan y mueren.


-Charles Bukowski-

domingo, 18 de enero de 2009

Víctima



Víctima de soledad
víctima de un mal extraño
mi corazón se ha partido en dos.
¿Quién te ha visto y quién te ve?
Quién te ama te hace daño
mi corazón se ha partido en dos
veo esa sangre en la pared
iluminó mi ser
algo va a caer
veo tu sombra y ya no sé
ya no sé qué hacer
algo va a caer

Víctima de libertad
víctima de un sol extraño
¡Oh! Mi corazón se ha partido en dos
cuando todos van a ver
cuando va a nacer
todo va a caer
tengo que salir y volver
desaparecer
y alguien va a caer
víctima de libertad
víctima de soledad
víctima de soledad
víctima de soledad.


Charly García

viernes, 16 de enero de 2009

Abraza La Oscuridad

La confusión es el dios
la locura es el dios
la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.
La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.
no olvides las aceras,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes.
aquí en Estados Unidos
hemos asesinado a un presidente y a su hermano,
otro presidente ha tenido que dejar el cargo.
La gente que cree en la política
es como la gente que cree en dios:
sorben aire con pajitas
torcidas
no hay dios
no hay política
no hay paz
no hay amor
no hay control
no hay planes
mantente alejado de dios
permanece angustiado
deslízate.


Charles Bukowski


Carta Extraída

Juan:
No te llamo mío, porque entiendo que tú nunca lo has sido, y, si un día me ilusioné con este pensamiento, ahora he sido cruelmente castigada. A pesar de todo te llamo mío: mi seductor, mi embaucador, mi enemigo, mi asesino, origen de mi desventura, tumba de mi dicha, abismo de mi desdicha. Te llamo mío y me digo tuya, y si estas palabras un tiempo halagaban tu orgullo postrado en adoración ante mí, suenan hoy como una maldición contra ti, una maldición por toda la eternidad. ¡No te regocijes con el pensamiento de que yo tenga la intención de perseguirte o de armar mi mano con un puñal, y así merecer tu escarnio! Donde quiera que vayas, seguiré siendo tuya. Vete a los confines del mundo, seguiré siendo tuya. Aunque ames a mil mujeres, seguiré siendo tuya. Las mismas palabras que utilizo contra ti te demuestran que soy tuya. Tú te has atrevido a engañar a una criatura hasta el extremo de que no habría deseado otra alegría distinta a ser tu esclava. Yo soy tuya, tuya, tuya: tu maldición.

Tu Cordelia.


Carta extraída del libro de Soren Kierkegaard, Diario de un Seductor.

Capítulo 93

Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan cómo pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Miralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua... (...)


Julio Cortazár, Rayuela, Capítulo 93.

martes, 13 de enero de 2009

El SALVADOR Dalí



Fotografía producida por Mitocondrias.

¿De Que Sirve Un Titulo?

No lo consiguen
los bellos mueren en llamas-
pildoras suicidas, veneno para ratas, soga,
cualquier cosa..
se arrancan sus brazos,
se tiran desde las ventanas,
se sacan los ojos de las orbitas
rechazan el amor,
rechazan el odio,
rechazan, rechazan.

no lo consiguen,
los bellos no pueden resistir,
ellos son mariposas,
ellos son las palomas,
ellos son los gorriones,
no lo consiguen.

una llama alta y repentina,
mientras los viejos juegan al ajedrez en la plaza.
una llama, una buena llama
mientras los viejos juegan al ajedrez en la plaza
al sol.

los bellos son encontrados al filo de la habitacion
hechos un ovillo entre arañas y agujas y silencio
y nunca podemos entender porque
se fueron, eran tan
bellos.

no lo consiguen,
los bellos mueren jovenes
y abandonan a los feos a sus feas vidas.

adorables y brillantes: vida y suicidio y muerte.
mientras los viejos juegan al ajedrez al sol en la plaza.


Charles Bukowski