domingo, 18 de enero de 2009

Víctima



Víctima de soledad
víctima de un mal extraño
mi corazón se ha partido en dos.
¿Quién te ha visto y quién te ve?
Quién te ama te hace daño
mi corazón se ha partido en dos
veo esa sangre en la pared
iluminó mi ser
algo va a caer
veo tu sombra y ya no sé
ya no sé qué hacer
algo va a caer

Víctima de libertad
víctima de un sol extraño
¡Oh! Mi corazón se ha partido en dos
cuando todos van a ver
cuando va a nacer
todo va a caer
tengo que salir y volver
desaparecer
y alguien va a caer
víctima de libertad
víctima de soledad
víctima de soledad
víctima de soledad.


Charly García

viernes, 16 de enero de 2009

Abraza La Oscuridad

La confusión es el dios
la locura es el dios
la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.
La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.
no olvides las aceras,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes.
aquí en Estados Unidos
hemos asesinado a un presidente y a su hermano,
otro presidente ha tenido que dejar el cargo.
La gente que cree en la política
es como la gente que cree en dios:
sorben aire con pajitas
torcidas
no hay dios
no hay política
no hay paz
no hay amor
no hay control
no hay planes
mantente alejado de dios
permanece angustiado
deslízate.


Charles Bukowski


Carta Extraída

Juan:
No te llamo mío, porque entiendo que tú nunca lo has sido, y, si un día me ilusioné con este pensamiento, ahora he sido cruelmente castigada. A pesar de todo te llamo mío: mi seductor, mi embaucador, mi enemigo, mi asesino, origen de mi desventura, tumba de mi dicha, abismo de mi desdicha. Te llamo mío y me digo tuya, y si estas palabras un tiempo halagaban tu orgullo postrado en adoración ante mí, suenan hoy como una maldición contra ti, una maldición por toda la eternidad. ¡No te regocijes con el pensamiento de que yo tenga la intención de perseguirte o de armar mi mano con un puñal, y así merecer tu escarnio! Donde quiera que vayas, seguiré siendo tuya. Vete a los confines del mundo, seguiré siendo tuya. Aunque ames a mil mujeres, seguiré siendo tuya. Las mismas palabras que utilizo contra ti te demuestran que soy tuya. Tú te has atrevido a engañar a una criatura hasta el extremo de que no habría deseado otra alegría distinta a ser tu esclava. Yo soy tuya, tuya, tuya: tu maldición.

Tu Cordelia.


Carta extraída del libro de Soren Kierkegaard, Diario de un Seductor.

Capítulo 93

Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan cómo pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Miralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua... (...)


Julio Cortazár, Rayuela, Capítulo 93.

martes, 13 de enero de 2009

El SALVADOR Dalí



Fotografía producida por Mitocondrias.

¿De Que Sirve Un Titulo?

No lo consiguen
los bellos mueren en llamas-
pildoras suicidas, veneno para ratas, soga,
cualquier cosa..
se arrancan sus brazos,
se tiran desde las ventanas,
se sacan los ojos de las orbitas
rechazan el amor,
rechazan el odio,
rechazan, rechazan.

no lo consiguen,
los bellos no pueden resistir,
ellos son mariposas,
ellos son las palomas,
ellos son los gorriones,
no lo consiguen.

una llama alta y repentina,
mientras los viejos juegan al ajedrez en la plaza.
una llama, una buena llama
mientras los viejos juegan al ajedrez en la plaza
al sol.

los bellos son encontrados al filo de la habitacion
hechos un ovillo entre arañas y agujas y silencio
y nunca podemos entender porque
se fueron, eran tan
bellos.

no lo consiguen,
los bellos mueren jovenes
y abandonan a los feos a sus feas vidas.

adorables y brillantes: vida y suicidio y muerte.
mientras los viejos juegan al ajedrez al sol en la plaza.


Charles Bukowski