Nuestros días son muy parecidos.
Vos, en un cuarto cogiendote a una puta.
Y yo en otro, tejiéndote una bufanda.
Me parece linda, es larga,
De color verde tortuga con pequeños detalles rosa bebe.
Una mañana la termino.
Y voy inmediatamente a obsequiártela.
Vos la agarras y me decís: “¿Esto me das? Es horrible.”
Al mismo tiempo que la arrojas por el aire
Y cae en un lugar algo oculto
Y poco accesible a mis manos.
Entonces, con los hombros en el suelo
Y mi mirada agachas
Te sirvo el café con leche
De tu desayuno.
Y así pasan los días
Hasta que una mañana
No de invierno
En la que hacia mucho frió
Yo me sentía calida
Al ver que traías puesta la bufanda.